lunes, 23 de febrero de 2009

mi reino...por un plato de lentejas


Cuantas veces hemos escuchado o leído el relato bíblico en el cual Jacob compró la primogenitura de su hermano Esau con un plato de lentejas, primogenitura que significaba entre otras cosas, la herencia del reino. Apostaría que el 99.99% de los que hemos leido o escuchado esa historia, instintivamente hemos condenado a Esau...como cambiar preciado tesoro por un simple plato de lentejas...y nunca hemos cuestionado la actitud de Jacob, que siendo su hermano simplemente se aprovechó de la necesidad de alguien de su misma sangre...hemos terminado de leer o terminado de escuchar la historia y simplemente nos olvidamos de la misma, sin percatarnos la mayoría de las veces que la historia se repite en nuestros días con penosa regularidad.


No me refiero solo a aquellos "compañeros" y amigos que quizás por necesidad (o sin ella) han cambiado sus convicciones, sueños e ideales, por un puesto, un cargo o una promesa de algunos de ellos, no, les concedo que han "cambiado sus puntos de vista", les concedo que, como todos tienen la posibilidad de darse cuenta, después de una profunda reflexión, de que "vivieron" equivocados, de que incluso, muchas veces, arriesgaron sus vidas por un ideal que en realidad no era tal..les concedo esa posibilidad, no quiero referirme a ellos...




Cuando traigo a la memoria la historia de Esau y Jacob, pienso en los hechos notorios y públicos que la prensa nos ha mostrado en los últimos meses, y que han pasado casi inadvertidos.




En los últimos meses del año recién pasado Barrick Gold, transnacional autora, promotora y principal beneficiada del proyecto Pascua Lama ha comprometido su participación en la construcción del centro Teletón en Copiapó, con el aplauso de Don Francisco y su séquito...a cambio de cubrir una necesidad real, justa, necesaria y que DEBERÍA SER RESPONSABILIDAD DEL ESTADO...¿podemos pedirle a los padres de los niños que requieren rehabilitación que se pongan contra ese proyecto, aunque el mismo signifique la muerte lenta de sus hijos a largo plazo? por supuesto que no...cambiaran su reino por un plato de lentejas que saciará su hambre por algunos días...no condeno a Esau..condeno a Jacob...


En nuestra región vemos como todos los días Jacob, encarnado en Hidroaysen, a cargo de la construcción de las represas, compra a muchos Esau a cambio de un plato de lentejas: cuadernos para la escuelas mas pobres, becas para jóvenes de la región, pasajes en barco para que viajen a estudiar aunque lo hagan apiñados como ganados, son bienes que ellos necesitan..e intentan comprar el reino con un plato de lentejas, cayendo una y otra vez en el pecado bíblico y no podemos criticar a nuestros Esau...como decía mi padre:"el hambre es muy hombre" y se puede caer en cualquier desaguisado para capearlo...entendemos a Esau...condenamos y repudiamos a Jacob y a quienes lo protegen...




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