jueves, 16 de diciembre de 2010

En lugar de una historia original, una historia diferente..

Casi por casualidad me he encontrado en un diario local, específicamente en “El Divisadero”, del día 2 de Diciembre, con un artículo firmado por el médico Sr. Claudio Vallejos, titulado “Cuéntame una historia original” en el cual se refiere a los despidos que se han llevado a cabo en el sector salud, o como con gran sentido del humor lo hace otras autoridades del sector, las “no renovaciones de contrato”. Lo hace el Sr. Vallejos tanto como SEREMI como en su calidad de ex dirigente de su gremio. No es menor, que el SEREMI de salud se refiera a estos hechos, por una parte porque es el representante del ejecutivo en la Región y por otra porque excepto algunas reacciones a otras declaraciones, no hay otro antecedente respecto a este tema, proveniente de una autoridad del sector, en un documento suponemos pensado y meditado cuidadosamente antes de conocer la luz pública, y tampoco es menor que un ex dirigente del Colegio Médico nos entregue luces sobre su quehacer.

Plantea el Sr. Vallejos en primer lugar que la “estabilidad laboral” graficada por el mismo como un “hilo de acero” ha significado “deterioro de la calidad del servicio”.

De lo anterior, entonces, se puede inferir legítimamente y con un simple razonamiento que atentar contra la estabilidad laboral, derecho humano reconocido por la convención de Derechos sociales y políticos de San José de Costa Rica, también conocida como la Declaración Universal del Derechos Humanos, llevará a “mejorar” la calidad del servicio, sin embargo los que medianamente conocemos el sector sabemos que los funcionarios despedidos no tienen nada que ver con gestión, por lo que difícilmente se resolverán las listas de espera, ni la falta de medicamentos o insumos, ni las humillantes esperas en los policlínicos de los sectores mas pobres de la región: Los responsables de tal estado de cosas y del deterioro progresivo del sector siguen estando en sus puestos, porque hay que decirlo algunos son incluso “sobrevivientes” de la Dictadura Militar, y los responsables de que aquellos se mantengan en dichos puestos, como el Sr. Seremi, también. Los despidos se han producido a un nivel tal que no tendrán ningún efecto en el sistema, porque además serán sin duda reemplazados rápidamente por “amigos” de los jefes, solo tendrán efecto en los hogares y en la salud mental de los despedidos.

Plantea el Sr. SEREMI que esta “estabilidad laboral” que evita teóricamente la salida del sistema de “malos funcionarios” trae “tristeza y pesadumbre de la gran mayoría de responsables y comprometidos trabajadores que con compromiso y responsabilidad realizan su trabajo día a día, y deben compartir con unos pocos que con desidia, falta de compromiso y maltrato al usuario reciben iguales beneficios y posibilidades de ascenso dentro de sus instituciones” (sic).

Debo decir que me sorprende la falta de conocimientos administrativos en la principal autoridad política del sector. En primer lugar debe saber el Sr. Seremi que el personal a contrata, que es el sector afectado no goza de ninguna posibilidad de ascenso por la vía formal, y si está sometido a las mismas reglas que el personal de planta cuando de sanciones se trata. Así entonces aquel funcionario a contrata con deficiente desempeño, por una parte está sometido a la evaluación trimestral de su jefe directo, oportunidad en que se le deben hacer saber todas las deficiencias en sus funciones, a fin pueda mejorar, a la anual de la Junta calificadora, y como resultado de las mismas al pago de asignaciones variables de acuerdo al desempeño individual. Y si aquello fuera poco, existe el camino de la investigación sumaria y sumario administrativo. Por tanto existen los caminos para “sancionar” a estos “pocos funcionarios” que “no tienen compromiso y maltratan al usuario”.

Lo que si trae tristeza, pesadumbre y falta de motivación, son aquellos “contratas” y titulares que, “sin llamados ni concursos”, han llegado a altos cargos y grados de la administración del sector, saltando a funcionarios titulares y contratas antiguos y que en definitiva no han significado un aporte al sector, ya que además de contratarlos deben contratarse “ayudantes” para que les indiquen como hacer la pega. Pesadumbre es la que se vive cuando funcionarios titulares, antiguos con calificaciones sobresalientes son pasados a llevar en una carrera funcionaria, que primero con la Concertación y ahora con la Alianza se ha transformado en un recuerdo y un chiste. Eso es lo que trae pesadumbre al trabajador del sector, no las tareas cumplidas por los trabajadores echados a la calle. Los que maltratan en forma sistemática, los que humillan en forma sistemática, los responsables de atenciones deficientes y largas esperas siguen estando en sus puestos de poder.

En definitiva lo acontecido no es sino una copia de lo ocurrido en 1973 en que se instauró la política del terror a través de operaciones selectivas de amedrentamiento, ya lo vimos con el tema de los exonerados por licencias médicas y ahora con este grupo de contratas, a los cuales se les puede mostrar como "ejemplos" del poder existente.

Si no entiendo mal el artículo del Sr. Vallejos, el recuerda sus tiempos como dirigente gremial donde pareciera hubo de defender lo indefendible, yo debo decir que habiendo sido dirigente gremial por casi una década sino mas, JAMAS hube de llegar donde alguna autoridad ni local, ni regional, ni central a defender algo indefendible, muy por el contrario si en algo fuimos estrictos fue en exigir se siguieran todos los caminos que la ley establece, y no recuerdo despidos como lo que estamos viviendo. Habiendo representado a toda la ley 18834, no tengo la misma experiencia que el dirigente gremial Sr. Vallejos…en todo caso pareciera sus gestiones fueron exitosas ya que no recuerdo de algún médico exonerado en dichas circunstancias…Sin duda son historias diferentes...


No hay comentarios: